Anoche, Independiente venció a General Caballero de Paraguay 2 a 0 en el estadio Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini, en un partido correspondiente a la segunda fecha del grupo G de la copa Sudamericana.
  El “diablo” no llegaba de buena manera a este encuentro, pero un poco menos complicado que en otras instancias. Venía de empatar ante Tigre 1 a 1 por la copa de la Liga Profesional de Fútbol y se le escaparon dos puntos, en los últimos instantes. En el debut por la Sudamericana, perdió frente a Ceará por 2 a 1 cuando lo visitó en Brasil. A pesar de jugar con uno menos casi todo el cotejo, jugó mejor y por distracciones en momentos puntuales, se volvió con las manos vacías. Esto podía hacer pensar que el conjunto paraguayo no sería mayor problema, que no fue el caso.
  Evidentemente, Eduardo Domínguez no puede plasmar lo que él tiene en su cabeza, dentro del verde césped. A lo largo de los 90’ no se vio una idea clara de juego, o al menos sus dirigidos no pudieron llevarla a cabo. El dueño de casa tuvo la pelota y se jugó en el campo rival. Sin embargo, el traslado fue muy lento y previsible, ante un contrincante consciente de sus limitaciones, mas muy prolijo, atento y sacrificado en defensa. Marcó en zona e hizo constante relevos, lo que hizo imposible encontrar un resquicio por donde entrar, menos haciéndolo a ese ritmo. A pesar de todo, tuvo tres chances bastante claras. Batallini entró por el segundo palo y definió desviado tras haberse la peinado Barreto. Posteriormente, un disparo de media distancia de Domingo Blanco y otro de Togni.
  Desde lo grupal, el “rojo” de Mallorquín no hizo pasar grandes sobresaltos al de Avellaneda, excepto por algunas jugadas de pelota aérea o "guapeadas" de Elías Alfonso. Pudo haber abierto el marcador, a los 10 minutos de la última etapa, en una jugada que nació un lateral, Santiago Salcedo la puntea, Guillermo Hauche la empuja, pero tenía muy encima a Sebastián Sosa. Con mucho nerviosismo en el área chica, la terminó despejando Lucas Rodríguez.
  Como nos tiene acostumbrados, el DT argentino suele corregir en el entretiempo cualquier error que vea en su equipo. Así fue que metió tres cambios en el entretiempo (salieron Damián Batallini, Gastón Togni y Sergio Barreto por Tomás Pozzo, Alan Soñora y Joaquín Laso, respectivamente) y de inmediato, el “rey de copas” sintió el estímulo. Soñora y Pozzo le dieron mucho juego y dinamismo en ¾ de cancha, producto del buen pie del primero y el desequilibrio del segundo. De movida fue a por el adversario, no estaban tan claros los conceptos, pero sí con mucho ímpetu, casi de atropellada. Hubo que esperar hasta los 21’ del segundo tiempo para que se abra el marcador. Lucas Rodríguez por izquierda, se la pasa a “toto” Pozzo, este entra al área, intenta desbordar a su marcador y el remate se desvía en Eduardo Duarte, la pelota sale hacia arriba sobrando a todos, salvo a Leandro Benegas que entró solo, que no tuvo que hacer más que empujarla. Lógicamente, con el tanto vino la tranquilidad y los espacios que antes no había, ya que obligó a su oponente a salir de la “cueva”. Apenas 7’ después, el “10” ejecutó un “cañonazo”, metros antes de la medialuna, que se clavó en el ángulo de Gustavo Arévalos que, a pesar de su volada, nada pudo hacer.
  En una competencia de grupos, donde sólo clasifica el primero, todos los partidos son importantes, incluso la diferencia de gol. Por ello, haber sumado de a tres, tras la caída en Brasil, toma tanta trascendencia. Debe aprovechar para ganar tranquilidad y envión anímico para lo que viene, tanto en el aspecto nacional, como en esta competencia. Con este resultado, se coloca en la segunda ubicación con 3 unidades, mientras que Ceará comanda todo con puntaje ideal. El próximo compromiso será, el sábado a las 16:30 hs, cuando visite a Colón en el estadio Brigadier general Estanislao López, por la décima fecha de la zona B de la copa de la liga.

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